Tosferina, coloquialmente conocida como “la tos de los 100 días”
En este artículo abordaremos la enfermedad de tosferina, sus causas y sintomatología, así como las recomendaciones y cuidados para su manejo, y la importancia de la vacunación.
La tosferina es una infección respiratoria muy contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Esta bacteria se transmite por vía aérea y puede afectar a cualquier persona, aunque es especialmente grave en menores de 2 meses1.
Aunque la mortalidad por tosferina ha disminuido en las últimas décadas gracias a la vacunación, desde 2010 los casos se han incrementado en todo el mundo. Vacunar a las embarazadas es la mejor medida para prevenir la tosferina grave en los bebés1.
¿Qué causa la tosferina?1, 2
La tosferina es causada por la bacteria Bordetella pertussis, la cual se transmite de persona a persona a través de gotitas de flujo respiratorias (gotas de Flügge) cuando alguien que está infectado habla, tose o estornuda.
En el árbol respiratorio, la bacteria produce unas toxinas que dañan las células de las vías respiratorias, lo que da lugar a inflamación y a tos intensa.
La persona infectada puede transmitir la enfermedad incluso aunque no presente síntomas. Es una enfermedad muy contagiosa: hasta el 90 % de los convivientes pueden infectarse. Ni la vacuna ni el haber pasado la infección aporta inmunidad de por vida, por lo que no garantizan no infectarse o reinfectarse, y la revacunación es necesaria.
Signos y síntomas de la tosferina en niños y en adultos1-3
La sintomatología de la tosferina varía según la edad y la etapa de la enfermedad. Tras un período de incubación de 4 a 21 días, la persona comienza a presentar signos y síntomas, y se distinguen 3 fases de evolución de la enfermedad: catarral o prodrómica, de estado o paroxística y de convalecencia.
Fase catarral o prodrómica de la tosferina1, 3
Esta fase inicial puede durar entre 1 y 2 semanas, y es muy similar a un resfriado común, con congestión nasal, rinorrea (moqueo), estornudos, fiebre no demasiado alta y tos. Es la fase de máxima contagiosidad.
Los recién nacidos y bebés pequeños pueden no tener fase catarral.
Fase de estado o paroxística de la tosferina1-4
Después de la fase catarral, los signos y síntomas empeoran, y empieza la fase de estado o paroxística, que tiene una duración de 2 a 6 semanas, y se caracteriza por los ataques de tos intensos. Son los accesos de tos típicos de la tosferina, en los que la persona se pone roja o incluso azul, le cuesta respirar y puede llegar a vomitar. El acceso de tos puede terminar con un estridor o «gallo» inspiratorio, es decir, un silbido que se produce al coger aire de nuevo al final del ataque de tos. Estos son los conocidos como síntomas pertusoides.
Los ataques de tos pueden aparecer espontáneamente o desencadenarse por la risa, el llanto, comer o hacer alguna actividad física. El número de ataques a lo largo del día varía, aunque suelen ser más frecuentes por la noche. Entre los episodios de tos no suele haber síntomas.
Fase de convalecencia1-5
Tras la fase paroxística, comienza la fase de convalecencia, donde la sintomatología va remitiendo de forma gradual hasta la total recuperación. Este proceso puede durar semanas o incluso meses, es por ello, que a la tosferina coloquialmente se la conoce como “la tos de los cien días”.
Diagnóstico y tratamiento de la tosferina1-4, 6, 7
El diagnóstico de la tosferina generalmente supone un reto, debido a su sintomatología inicial inespecífica y compatible con una infección de vía aérea superior. Por ello, se estima que es una enfermedad infradiagnosticada e infranotificada, considerando que su incidencia real podría ser entre tres y siete veces mayor a lo detectado y reportado.
Debe sospecharse tosferina en una persona que presenta tos en accesos, de predominio nocturno, durante más de 14 días. Esta sospecha será mayor si existe gallo inspiratorio o vómitos ocasionados por la tos. Por el contrario, si hay fiebre alta o la tos no se produce en ataques, es muy poco probable que sea tosferina.
Aunque el diagnóstico suele basarse en la clínica, es necesario el estudio microbiológico para establecer un diagnóstico definitivo, que permita instaurar precozmente un tratamiento adecuado y medidas de profilaxis para evitar la transmisión. Lo habitual es tomar una muestra de la mucosidad de la parte posterior de la nariz con un hisopo (frotis nasofaríngeo) o mediante aspiración y analizarla en el laboratorio para ver si existe presencia de Bordetella pertussis.
En España, la tosferina se trata de una enfermedad de declaración obligatoria (EDO).
El tratamiento de la tosferina se realiza con antibióticos que eliminan la bacteria de la nariz y garganta, reduciendo así el riesgo de transmisión. Tras los primeros 14-21 días de la infección ya no tiene efecto, por lo que debe administrarse cuanto antes, en muchos casos sin esperar a tener los resultados de las pruebas diagnósticas.
También deben tratarse con antibióticos los convivientes y contactos estrechos, estén o no vacunados, para disminuir el riesgo de que padezcan y transmitan la enfermedad si se han infectado. Además, se revisará su calendario vacunal para valorar si es preciso completar pauta de vacunación y/o administrar dosis de refuerzo.
No está claro si tomar antibiótico acorta la duración de los síntomas, pero es posible que sí lo haga si se administra pronto.
Recomendaciones y cuidados para personas con tosferina1, 2, 5-7
Entre las recomendaciones y cuidados que se deben tener en cuenta en caso de tosferina, y que pueden ayudar a potenciar el confort, se encuentran:
- Evitar los desencadenantes de la tos: como el ejercicio físico, el frío, la aspiración de secreciones nasales en los bebés, el tabaco o los químicos fuertes, entre otros.
- Motivar el descanso. A la hora de dormir, adoptar una postura ligeramente incorporada ayudará a mejorar la respiración.
- Realizar lavados nasales con suero salino fisiológico: ayudará a paliar la congestión nasal. Se recomiendan especialmente antes de las comidas y antes de dormir.
- Comer menos cantidad, pero de forma más frecuente: así se disminuye el riesgo de vomitar con la tos. Además, en los niños pequeños ayuda a evitar que se cansen y dejen de comer.
- Potenciar la ingesta de líquidos, si no existe contraindicación, para mantenerse hidratado.
- Se puede emplear un humidificador para potenciar la humedad ambiental.
- No tomar fármacos para la tos: ninguno ha demostrado su utilidad para aliviar la tos de la tosferina y, en general, los riesgos superan los beneficios.
Vacuna de la tosferina1, 3-5
La vacunación es la mejor forma de prevenir la tosferina. Se estima que ha ayudado a prevenir 1,3 millones de muertes por tosferina en todo el mundo.
En niños, la vacuna frente a la tosferina se incluye en el calendario infantil de inmunizaciones, recomendándose la primovacucación a los 2 y 4 meses de edad con refuerzos a los 11 meses de edad, a los 6 años de edad y entre los 12-18 años de edad.
Una de las estrategias más eficientes para proteger a los bebés es vacunar a las embarazadas en el tercer trimestre de embarazo, a partir de la semana 27 de gestación y hasta la 36, lo antes posible dentro de este rango; pudiendo incluso adelantarse a la semana 20 si existe amenaza de parto prematuro. Desde que se vacuna a las embarazas en España, han disminuido los casos de tosferina y su gravedad, sobre todo en bebés menores de 6 meses.
Los anticuerpos de la madre pasan al bebé a través de la placenta y lo protegen desde las primeras semanas de vida hasta que se le vacuna a los 2 meses. La vacuna va perdiendo eficacia, por lo que se recomienda administrarla en todos los embarazos.
La vacuna es segura en el embarazo. Estudios con más de 150 000 embarazadas vacunadas en el segundo o tercer trimestre no han encontrado que aumente el riesgo de complicaciones ni maternas ni fetales.
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Referencias:
1Tosferina-pertussis (whooping cough). Protocolos diagnósticos y terapéuticos en Pediatría. Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP). Octubre, 2023.
2Tosferina. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Julio, 2016.
3Tosferina. Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP). Mayo, 2024.
4Manual de inmunizaciones en línea de la AEP. Capítulo 39 - Tosferina. Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP). Noviembre, 2024.
5Pertussis (whooping cough). British Medical Journal (BMJ). Febrero, 2019.
6Pertussis infection in infants and children: Treatment and prevention. UpToDate. Diciembre, 2023.
7Pertussis infection in adolescents and adults: Treatment and prevention. UpToDate. Enero, 2024.