La fiebre en la infancia: ¿signo de gravedad o respuesta del cuerpo?
En este episodio de Sin Cita Previa, abordaremos uno de los temas más comunes y preocupantes para los padres: la fiebre en la infancia.
La fiebre es una de las causas más frecuentes por las que los padres consultan a los pediatras, especialmente si la fiebre es alta o persiste más tiempo de lo esperado. Pero, ¿indica siempre la presencia de una enfermedad grave? ¿La persistencia de la fiebre tiene relación con la gravedad de la enfermedad que la provoca? ¿La fiebre es siempre indicativa de infección? Estas son algunas de las dudas que resolveremos en este episodio.
Comprendiendo la fiebre en la infancia
Normalmente, la fiebre es una parte de la respuesta del sistema inmunológico que se produce como respuesta a una infección. El sistema inmunológico se activa y genera proteínas proinflamatorias, como la interleucina-1, que elevan la temperatura corporal.
Este aumento de temperatura es una ayuda para combatir las infecciones, ya que muchos microorganismos se multiplican peor a temperaturas elevadas.
¿Cuándo debería preocuparnos la fiebre?
Es importante destacar que la fiebre no siempre es un signo de gravedad. En la mayoría de los casos, es una respuesta normal y beneficiosa del cuerpo para combatir las infecciones. Además, el hecho de que la fiebre sea alta, en general, no indica mayor gravedad.
No obstante, es necesario estar atentos a ciertos signos de alarma cuando un niño tiene fiebre. Si el niño presenta dificultad respiratoria, decaimiento, somnolencia excesiva, erupciones en la piel que no desaparecen al presionarlas u otros síntomas preocupantes (vómitos que no remiten…), es importante buscar atención médica urgente.
Recomendaciones para un niño que presenta fiebre
Como hemos visto, la fiebre en sí no es una enfermedad, sino un síntoma de otra afección. Por ello, el tratamiento de la fiebre debe centrarse en el alivio del malestar del niño, más que en el hecho de reducir la temperatura.
Sin embargo, es natural que los padres se preocupen por la fiebre en sus hijos y busquen formas de aliviarla. La fiebre puede causar un intenso malestar, por lo que es comprensible que se quieran tomar medidas para ayudarles a sentirse mejor.
Es recomendable mantener al niño hidratado, ponerle ropa ligera y fresca, y mantenerlo en un ambiente confortable y tranquilo. Los antitérmicos pueden ser utilizados si el niño está incómodo o presenta otros síntomas, pero siempre siguiendo las indicaciones del pediatra.
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Referencias:
1Fiebre: vuelta a las bases, de Sin Cita Previa con Dos pediatras en casa. Mayo, 2024.