5 de noviembre: Día del cuidador. Cómo mejorar la salud de los cuidadores

En este post vamos a explicar qué se entiende por cuidadores, cuáles son sus principales funciones y por qué es importante que se cuiden para garantizar su salud física y emocional.

Como cada 5 de noviembre, se celebra el día mundial de los cuidadores, el día de las personas que proveen asistencia a quienes padecen lesiones, enfermedades físicas o algún tipo de discapacidad. Estos no solo son profesionales remunerados, sino que también familiares, amigos o voluntarios que realizan estas funciones^1,2.

¿Qué es un cuidador y cuál es su rol?

Los cuidadores son personas que asisten a niños, adultos o personas mayores que requieren cuidados especiales debido a que sufren algún tipo de discapacidad, enfermedad o deterioro debido a la edad. Estos desarrollan sus tareas en el hospital, en el hogar o en otros espacios habilitados con el fin de^1,2:

• Ofrecer al paciente una atención física y sociosanitaria: ayudar en el manejo de la enfermedad, lesión o discapacidad a través de la adaptación del entorno a sus necesidades y proporcionar los cuidados necesarios favoreciendo así su bienestar físico, mental y social.
• Cuidar el bienestar emocional del afectado: realizar tareas y sentirse útil dentro de las posibilidades del paciente le permitirá mantener una sensación de control.
• Acompañar a la persona que necesita ayuda en las actividades de su día a día (paseos, terapias, compras...)

El cuidador, además, para poder realizar su labor:

• Mantiene una comunicación adecuada con el paciente para facilitarle que muestre sus sentimientos, preocupaciones...de manera más abierta.
• Acepta las limitaciones del enfermo: las tareas de cuidado pueden cambiar a medida que cambia la salud de la persona, por lo que es necesario que el cuidador se adapte a las nuevas circunstancias.

El impacto del rol de cuidador

Ser cuidador puede producir una sensación gratificante, pero también puede tener un coste físico y emocional. Puede ser un trabajo estresante, en el que muchas veces se deja de lado la salud y el cuidado propio³. El estrés del cuidador puede provocar problemas de salud como^1,3:

• Depresión y ansiedad: sentirse abrumado o preocupado constantemente es muy común entre los cuidadores. Este estado se produce por un sentimiento de tensión emocional o por una excesiva autoexigencia.
• Tristeza: marcarse metas difíciles de cumplir o caer en la autocrítica puede provocar un sentimiento de tristeza que puede reducir su energía y por tanto la capacidad de cuidado.
• Sentirse cansado con frecuencia o tener dolores de cabeza, dolor corporal u otros problemas físicos son signos de estrés del cuidador. El estrés puede afectar al sistema inmunitario debilitándolo y por lo tanto, aumentando la posibilidad de enfermar con más frecuencia.
• Irritación o enfado: la sobrecarga en los cuidados o sentir que no te sientes apoyado por otras personas puede provocar ira al sentirse atrapado en esta situación.
• Sobrepeso, obesidad o pérdida de peso: las alteraciones en el peso pueden deberse a una alimentación irregular o a una elección de comida poco saludable.
• Perder el interés por actividades de ocio propias: el sentimiento de culpa o los excesivos “deberes” pueden provocar falta de interés por las actividades personales que antes disfrutaban, provocando también distanciamiento social.

Cómo ayudar a mejorar la salud del cuidador

Para poder cuidar a otra persona, es necesario cuidarse primero a uno mismo. Por eso es necesario que tomes medidas que te ayuden a mejorar la salud^1,3,4,5:

• Pedir y aceptar ayuda: dejar que otras personas te releven en el cuidado de la persona. Esto hará que tengas un poco más de libertad para tu disfrute o para realizar otro tipo de tareas. Puedes preparar una lista con cosas que otras personas pueden hacer por él.
• Acudir a grupos de apoyo: permiten hablar y trabajar sobre los sentimientos y desafíos que experimenta con otras personas que han pasado o están pasando por experiencias similares.
• Unirse a grupos de apoyo para cuidadores: te ayudará a relacionarte con otras personas en tu misma situación, escuchar sus sugerencias y sentirse comprendido y apoyado.
• Mantenerse en contacto con familiares y amigos: buscar apoyo en tus seres queridos para obtener apoyo emocional.
• Cuidar tu alimentación: aprovechar los alimentos saludables que se preparan para el paciente en sus comidas. Esto le ayudará evitar la comida rápida y ultraprocesada.
• Intentar dormir bien: el descanso es la mejor manera de recargarse, por lo que es necesario dormir entre 6 y 8 horas diarias. En caso de que no sea posible, realizar breves siestas mientras el paciente está también dormido.
• Mantenerse activo físicamente: realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica moderada o entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica intensa a la semana es recomendable. El ejercicio físico ayuda a reducir el estrés y a mejorar el estado de ánimo.
• Fijarse objetivos realistas: crear listas que te ayuden a priorizar tus tareas y mantener una rutina diaria.
• Acudir a un terapeuta: en caso de tener dificultades emocionales, necesitar ayudar para aprender a gestionar tu vida o cuidar tu propia salud es importante acudir al médico o al psicólogo. No pedir ayuda no debe ser una opción ya que puede provocar tristeza, frustración y aislamiento. Aceptar las limitaciones propias a la hora del cuidado de otra persona, cuidar la salud física y mental del cuidador son clave para mantener su bienestar. El cuidado propio permitirá un mejor cuidado de los demás^1,3.

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Referencias:

¹Estrés de las personas encargadas del cuidado: Consejos para cuidarte a ti mismo. Mayo Clinic. Marzo, 2022.

²Consejos para ser un cuidador exitoso. Cáncer.net. Agosto, 2017

³Salud del cuidador. Medline Plus. Mayo, 2020.

⁴Salud y bienestar del cuidador. Familydoctor.org. Junio, 2019.

⁵Hacerse cargo de su cuidado. Cancer.net. Marzo, 2021