¿Qué es el COVID prolongado?

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COVID-19
Cronicidad
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Se estima que una de cada diez personas infectadas por Sars-CoV-2 sigue sintiéndose mal después de 12 semanas sufriendo lo que se conoce como “COVID prolongado”.


Las investigaciones realizadas sobre el coronavirus surgido en Wuhan a finales de 2019 coinciden en afirmar que la COVID-19 puede causar problemas de salud persistentes. De acuerdo con la OMS1 aproximadamente una cuarta parte de las personas que han tenido el virus experimentan síntomas que continúan durante al menos un mes, pero una de cada 10 sigue sintiéndose mal después de 12 semanas. Esto ha sido descrito por grupos de pacientes como "COVID prolongado".

Según un estudio2 realizado en tres grandes hospitales de Londres y en el que participaron 384 personas ingresadas con la COVID-19 mostró que el 53% tenía dificultades para respirar uno o dos meses después, y que un 34% tenía tos y un 69% cansancio.

¿Cómo es el COVID prolongado?

Aunque todavía no existen datos concluyentes que permitan diagnosticar y manejar el COVID prolongado, sí se conocen ya algunos síntomas de esta afección que, en algunos casos, puede ser muy debilitante. Entre los síntomas detectados, se encuentran:

  • Dolor torácico y muscular generalizado.
  • Cansancio.
  • Dificultades para respirar.
  • Disfunción cognitiva.

Además… El COVID prolongado puede afectar a diferentes partes del organismo, produciendo inflamación persistente, trombosis y autoinmunidad, condición patológica en la cual el sistema inmunitario se convierte en agresor, atacando y destruyendo a los propios órganos y tejidos corporales sanos.

Esta nueva enfermedad puede afectar a cualquier persona, pero parece que son las mujeres y los trabajadores de la salud quienes corren un mayor riesgo.

Vivir con COVID prolongado

Este problema de salud derivado de la infección por Sars-CoV-2 tiene un impacto grave en la capacidad de las personas para volver al trabajo o tener una vida social normal. Afecta a su salud mental y puede tener importantes consecuencias económicas para quienes lo sufren, sus familias y la sociedad.

Tal y como señala la OMS en su informe “In the wake of the pandemic. Preparing for Long COVID” (Tras la pandemia. Preparándose para un COVID prolongado), las políticas mundiales deben tener en cuenta la existencia del COVID prolongado, su complejidad y todo lo que se está aprendiendo sobre él. Desde el punto de vista de esta institución, es necesario que las políticas tengan en cuenta:

  • La necesidad de enfoques multidisciplinarios y de múltiples especialidades para la evaluación y el manejo de esta nueva enfermedad.
  • Desarrollo, en asociación con los pacientes y sus familias, de nuevas vías de atención y pautas adecuadas al contexto para los profesionales de la salud, especialmente en la atención primaria, para permitir que el manejo de casos se adapte a las manifestaciones de la enfermedad.
  • La creación de servicios adecuados, incluida la rehabilitación y las herramientas de apoyo online.
  • Las consecuencias más amplias de COVID prolongado, incluida la atención a los derechos laborales, las políticas de pago por enfermedad y el acceso a los paquetes de beneficios y beneficios por discapacidad.
  • Involucrar a los pacientes tanto para fomentar el autocuidado y la autoayuda como para dar forma a la conciencia de COVID prolongado y las necesidades de servicio (e investigación) que genera.
  • Implementar registros de pacientes y otros sistemas de vigilancia que funcionen bien; crear cohortes de pacientes; y el seguimiento de los afectados como un medio para respaldar la investigación que es tan fundamental para comprender y tratar el COVID prolongado.

 

 

Referencias:

1 In the wake of the pandemic. Preparing for Long COVID. OMS. Febrero de 2021. 

2 Mandal Swapna y col. ‘Long-COVID’: a cross-sectional study of persisting symptoms, biomarker and imaging abnormalities following hospitalisation for COVID-19. British Medical Journal. Noviembre de 2020.