¿Cómo afectan los traumas infantiles en la edad adulta?
En este post vamos a hablar sobre los traumas infantiles, por qué se producen y qué consecuencias tienen en la edad adulta.
Con motivo del Día Internacional contra el Bullying o Acoso Escolar, vamos a hablar de una de sus principales consecuencias, los traumas que puede generar este tipo de situaciones y su impacto en la edad adulta. Un trauma temprano puede generar vulnerabilidad emocional o cognitiva, y es necesario abordar los acontecimientos traumáticos para evitar un impacto psicológico importante o de gravedad1,2,3.
Los traumas infantiles son aquellos que se producen en los primeros años de vida o que generan estrés durante un periodo de, al menos, seis meses. Los acontecimientos traumáticos pueden tener un impacto psicológico diferente según cómo los vive cada persona, su personalidad, su herencia, su vulnerabilidad o capacidad de resistencia y si ha sufrido o no otros trastornos mentales previos1,2.
Qué se considera un trauma infantil
El trastorno por estrés postraumático en la infancia es un problema de salud mental que puede aparecer después de haber vivido personalmente o presenciado una situación traumática durante la niñez o la adolescencia. Estas experiencias tempranas, que se viven en un momento de gran vulnerabilidad debido a que el cerebro del niño todavía está en una fase de desarrollo que requiere estabilidad y protección, pueden tener consecuencias físicas, emocionales o cognitivas irreversibles1-5.
Estas situaciones traumáticas pueden estar relacionadas con2,5:
- Acoso escolar.
- Abuso sexual, físico o psicológico.
- Abandono parental.
- Violencia doméstica.
- Guerras y terrorismo.
- Accidentes graves.
- Enfermedades.
Efectos de los traumas infantiles en la salud mental de los adultos
Aunque poco después de vivir una situación difícil la conducta del menor puede ser normal, la mayoría de los niños que han sufrido una situación o acontecimiento traumático desarrollan síntomas psicológicos posteriores. Un trauma de este tipo puede generar1,3,4:
- Temor a que vuelva a ocurrir un acontecimiento o experiencia similar.
- Una situación de alerta permanente ante posibles peligros.
- Reviviscencia: sentir que se vuelve a vivir el hecho traumático.
- Bajo estado anímico.
- Recuerdos recurrentes e involuntarios de lo sucedido.
- Evitación de los lugares, pensamientos o personas que recuerdan el suceso traumático.
- Falta de interés por disfrutar de las aficiones personales.
- Dificultad para conciliar el sueño y sueños perturbadores.
- Ansiedad y angustia.
- Ira o conducta agresiva.
- Problemas de memoria o concentración.
- Distanciamiento de algunas personas, como familiares y amigos.
- Sentimiento de culpa o vergüenza.
Más adelante, estos síntomas pueden causar inseguridad, baja autoestima, bajo rendimiento escolar y alteraciones del desarrollo emocional y de la personalidad, y pueden evolucionar hacia distintos trastornos psicopatológicos, que afectan más a personas que han sufrido traumas siendo niños3.
Cómo identificar y tratar los traumas infantiles
Los traumas pueden generar síntomas difíciles de manejar. Los siguientes signos pueden ayudarte a identificar si una persona ha sufrido un trauma infantil3,5:
- Siente vergüenza o ansiedad.
- Tiene una baja autoestima.
- Muestra dificultad para expresar sus emociones.
- Experimenta dificultades para relacionarse con otras personas.
- Tiene problemas de concentración. Expresa síntomas de depresión o comportamientos de autolesión.
- Manifiesta un retraso del desarrollo cognitivo: problemas académicos, dificultades del lenguaje o bajas puntuaciones en los test de inteligencia.
Una vez identificada la existencia del trauma, es necesario pedir ayuda. Poder superarlo es más sencillo cuando1:
- Se tiene fortaleza para afrontar los problemas.
- Se cuenta con apoyo familiar y de la comunidad.
- No hay antecedentes personales o familiares de psicopatologías.
- No se atraviesan problemas económicos graves.
- No hay antecedentes de haber sufrido abusos de niño.
Para evitar los traumas infantiles originados por el acoso escolar, es importante que5:
- Se garantice que los niños estén a salvo de experiencias de bullying.
- Se comente en el colegio lo ocurrido ante un caso de acoso y se aclaren conceptos erróneos.
- Se enseñen técnicas de relajación y gestión del estrés.
- Se ayude a mantener la integridad física y personal de los alumnos.
- Se reduzcan los posibles desencadenantes del trauma en el entorno escolar.
- Se empodere y se dé voz a los alumnos y sus familias.
Ante un niño que ha vivido una situación o acontecimiento traumático, es fundamental acudir a un profesional de la salud mental para tratar el problema y evitar que tenga consecuencias a largo plazo4.
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Referencias:
1Personalidad ante el trauma en el siglo XXI: Fragilidad y antifragilidad ante el trauma. SciELO - ISCIII. Septiembre, 2016
2Características Neuroendocrinas del Trauma Temprano y su Relación con el Bullying. Scielo. 2017.
3Evaluación de experiencias traumáticas tempranas en adultos. Papeles del Psicólogo, 2016. Vol 37(1), pp. 36-44
4Trastorno de estrés postraumático (TEPT). Mayo Clinic. Noviembre, 2021.
5Acoso y trauma. StopBullying. Mayo, 2020.