Piojos: cómo prevenirlos y eliminarlos
El regreso a las aulas suele venir acompañado de otro regreso mucho menos feliz: el de los piojos. Descubre cómo plantarles cara y prevenir que tus hijos se contagien… y te contagien a ti.
Vuelta al cole. No sabemos cuando será posible una vuelta al cole con normalidad, sin tener que mantener la distancia de seguridad, en la que los niños puedan jugar, acercándose sin restricciones unos a otros. Todos estamos esperando que este momento llegue por fin. Pero hay otras cosas que también pueden llegar, aunque nos gusten menos, como es la posibilidad de la vuelta de los piojos a las cabezas de nuestros niños. Y, de rebote, también a las nuestras. Porque los piojos en los adultos son una realidad.
Es curioso. La COVID-19 obligó a la distancia, y la distancia evitó -o, al menos, disminuyó- las inevitables plagas de piojos, tanto entre los escolares como entre los adultos. Según datos de la consultora especializada IQVIA, los antiparasitarios para el cabello fueron el tercer artículo de cuidado personal que más redujo sus ventas en el otoño de 2020. Pero ahora, con el coronavirus cada vez más controlado, es de suponer que la pesadilla de los padres se reproduzca de nuevo.
Pero, ¿realmente son inevitables? No necesariamente, pero para evitarlos es necesario que conozcamos bien en qué consiste la pediculosis y, sobre todo, que desterremos los mitos en torno a ella. Uno de ellos es el de que solo se dan en niños. Error: también los mayores podemos contagiarnos.
No vuelan, no saltan y no les gusta el pelo sucio
Los piojos son insectos parásitos que necesitan sangre humana para sobrevivir. Hay tres especies que pueden infestar al hombre: el piojo del cuerpo (Pediculus humanus corporis), el piojo del pubis o ladilla (Pthirus pubis) y, finalmente, el piojo de la cabeza (Pediculus humanus capitis), que es el que nos afecta más frecuentemente.
Los piojos de la cabeza viven en el cabello humano y se alimentan de la sangre que chupan. Miden entre 2 y 3 mm. (se pueden ver a simple vista) y tienen un color amarronado. Los huevos, llamados liendres, son mucho más pequeños y de un tono más blanquecino. Mientras los adultos pueden desplazarse por el cabello, las liendres se quedan adheridas hasta que eclosionan.
- Su contagio es tan común como el de un resfriado1 y se calcula que su prevalencia es de entre un 5 y un 15% de la población escolar.
- Los piojos se contagian al desplazarse caminando; la idea de que saltan o vuelan de una persona a otra es una leyenda: no tienen alas y sus seis patas están preparadas para agarrarse al pelo, no para saltar.
- Tener piojos no está relacionado con la falta de higiene ni con determinados grupos marginales; de hecho, afecta a todos los estratos sociales.
- Los piojos prefieren el pelo limpio para sujetarse mejor, alcanzar antes el cuero cabelludo y empezar a alimentarse. Esto no significa que sea mejor que los niños lleven el pelo sucio: lavar y peinar asiduamente ayuda a que se desprendan o dañen un buen número de parásitos.
- No afectan solo a los niños pequeños; cualquiera puede tenerlos, aunque, por sus hábitos de juego, los niños son los más afectados.
¿Cómo se pueden prevenir?
Los expertos coinciden: la mejor forma de prevenir los piojos es revisar de forma sistemática las cabezas de nuestros pequeños. Es un hábito que hemos perdido en nuestra sociedad, pero que pervive en otras culturas y que se manifiesta como la manera más eficaz de evitar una infestación. Por tanto, el primer paso es adquirir la costumbre de peinar a nuestros hijos con una lendrera o un peine de púas finas. Otros sistemas que ayudan a prevenir el contagio de piojos son:
- Evitar que los peques intercambien cepillos, peines, bufandas, gorras y toallas.
- Igualmente, tampoco los adultos debemos compartir con ellos estas prendas y artículos.
- Si se tiene el pelo largo, es mejor llevarlo recogido en trenza o en coleta.
Cómo detectar un posible contagio
El picor en la cabeza es la primera señal de que se ha producido un contagio. Este picor se produce por la saliva que genera el piojo al picar sobre el cuero cabelludo para alimentarse. De todas formas, también es posible que, antes de que nadie de la familia empiece a rascarse, llegue una carta del colegio indicándote que hay casos de piojos en las clases, o bien que te llegue la alerta por parte de la familia de algún amigo de tus hijos.
En cualquiera de esos casos, la lendrera va a ser tu gran aliada. Hay que ir mechón por mechón, peinando cuidadosamente desde la raíz. Es más fácil visualizarlos con el pelo mojado y con una buena luz; también es útil el uso de una lupa. Lo normal es que no veas a los piojos adultos, pero sí es fácil que veas, adheridas a la raíz, a las pequeñas liendres.
Eliminación de los piojos
La Asociación Americana de Pediculosis insiste en que todas las pediculosis se podrían curar mediante un peinado excelente con una buena lendrera durante varios días seguidos. Aun así, lo habitual es que queramos cortar el problema de raíz y, para ello, usemos un pediculicida.
Una actualización sobre pediculosis para la formación de los médicos de familia2 nos da los siguientes consejos para la eliminación:
- Debe peinarse sistemáticamente todo el cabello al menos dos veces el primer día de tratamiento. Se ha calculado que al menos se tarda un minuto en conseguir el primer piojo.
- Después del tratamiento se debe peinar el pelo a días alternos o incluso cada día, hasta que no se observen huevos ni liendres.
- Si tras el tratamiento se obtienen uno o dos piojos adultos, puede que se trate de una reinfestación después del tratamiento o que exista una cierta resistencia.
- Si se obtienen varios piojos, tanto jóvenes como adultos, seguro que son resistentes y debe plantearse emplear un pediculicida diferente.
Esto nos lleva al tema de las resistencias. De hecho, en los últimos 20 años, los piojos han desarrollado resistencias a casi todos los fármacos de primera línea3. Hay muchos tipos de productos indicados para la eliminación de piojos. Tenemos champús, cremas, lociones, espumas… También hay diferentes componentes y mecanismos de acción, y siempre es necesario aplicar una segunda dosis siete días después de la primera, ya que estos productos tienen poder para matar los piojos, pero no las liendres.
La permetrina ha sido el tratamiento de elección durante años. No obstante, en los últimos años se ha popularizado el uso de la dimeticona. De forma sencilla, podemos decir que su mecanismo de acción consiste en asfixiar al parásito. Si tienes dudas acerca de qué producto sería el más recomendable, lo mejor es consultar con tu médico de cabecera o, en su caso, el pediatra. Y es muy importante seguir las pautas rigurosamente, o de lo contrario podría haber una reinfestación.
Recuerda
Lo que NO debes hacer
- Nunca uses colonias ni champús como preventivos. El preventivo ideal es peinar con una lendrera, y solo utilizar pediculicidas en caso de infestación. Se considera que el uso indiscriminado de productos es una de las causas de que los piojos se hagan resistentes.
- No apliques el producto sobre el pelo húmedo.
- No sustituyas el tratamiento por un peine eléctrico, los especialistas no lo recomiendan.
Lo que SÍ debes hacer
- Aplica el tratamiento siguiendo las instrucciones del fabricante y déjalo actuar el tiempo indicado.
- Utiliza una buena lendrera –metálica, de púas largas y finas- durante los días siguientes para ir eliminando huevos y liendres.
- Repite el tratamiento a los siete días: este paso es fundamental, pues no hay en el mercado ningún producto que mate todos los huevos; los que sobreviven, se convertirán en piojos y el problema seguirá.
Referencias:
1 ¿Piojos? Prevenir es evitarlos. Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Julio 2021.
2 Actualización en pediculosis capitis. Julio 2021. Medicina de Familia. SEMERGEN
3 Tratamiento de los piojos basado en el ciclo vital, eficacia y seguridad. ‘Pediatrics’. Julio 2021.