Mi hijo es sonámbulo, ¿cómo debo actuar?

En este post vamos a explicar qué es el sonambulismo, en qué momentos del sueño afecta, cuáles son sus principales causas y cómo prevenirlo.

Con motivo del Día Mundial de la Infancia vamos a hablar del sonambulismo, un trastorno que el 18% de la población tiene propensión a padecer, generalmente niños menores de diez años. La posibilidad de desarrollarlo viene determinada principalmente por los antecedentes familiares (que un familiar lo haya padecido previamente), aunque puede haber otros desencadenantes, como medicamentos, sedantes o tener fiebre^1,2.

¿Qué es el sonambulismo?

El sonambulismo es un trastorno que hace que las personas se levanten y caminen o se incorporen en la cama mientras están dormidas con los ojos abiertos, pero realmente no están despiertos. Generalmente ocurre en las dos horas posteriores a la conciliación del sueño, durante la fase de sueño profundo no MOR (desincronizado), y tienen una duración variable, que puede ir de unos pocos segundos o minutos, hasta la media hora, aunque de promedio no superan los 10 minutos^2,3,4.

Pasado el episodio, las personas sonámbulas suelen regresar solas a sus camas, pero en ocasiones se desorientan y se tumban en otras localizaciones^2,3,4. Algunos de los signos más comunes para identificar que el niño está sonámbulo son^3,4:

• Sale de la cama bruscamente.
• Camina con más dificultad.
• Está sentado en la cama con los ojos abiertos.
• Tiene la mirada perdida.
• No habla ni responde.
• Está desorientado al despertarse.
• No recuerda haberse levantado al día siguiente.

El sonambulismo puede aparecer al mismo tiempo que otros trastornos del sueño como las pesadillas demás, algunas de las personas que viven episodios de sonambulismo²:

• Comen, hablan o se visten.
• Salen de casa.
• Realizan actividades infrecuentes: orinar en lugares no apropiados.
• Se lesionan debido a tropiezos.
• Actúan de forma violenta durante el episodio o al despertarse.

Causas por las que tu hijo es sonámbulo

Aunque el sonambulismo no es un problema grave ni requiere tratamiento, las personas que lo padecen con frecuencia pueden tener otros trastornos del sueño². Las causas más frecuentes por las que se producen son^2,3:

• Antecedentes familiares: los padres suelen haber sido sonámbulos de jóvenes. Este es el principal factor desencadenate.
• Falta de sueño.
• Estrés o ansiedad.
• Fiebre.
• Fatiga.
• Interrupciones en el sueño (vejiga llena, enfermedades febriles, etc).

También se puede producir por afecciones no diagnosticadas que interfieren en el sueño²:

• Patrones anormales de respiración durante el sueño.
• Algunos medicamentos: hipnóticos, sedantes o para tratar transtornos psiquiátricos.
• Síndrome de piernas inquietas.
• Padecer reflujo gastroesofágico.

Qué hacer si tu hijo es sonámbulo

El principal problema que pueden tener las personas con sonambulismo es que se lesionen debido a una caída o un tropiezo. Por eso, se recomienda³:

• Cerrar puertas y ventanas.
• Instalar vallas de seguridad.
• Proteger áreas peligrosas.
• Cerrar la puerta principal con llave.
• Evitar que duerma en literas.

También se recomienda acompañarlo de vuelta a la cama o despertarlo con suavidad para evitar en lo posible que pueda sufrir una lesión. A pesar de los mitos, despertarles no supone un problema, aunque el niño puede levantarse confundido, desorientado o con miedo, debido a que se encontraba en una fase profunda del sueño¹.

Prevención

Los padres de los niños que tienen episodios de sonambulismo frecuentes pueden tomar medidas para intentar prevenir que se produzcan^3,4:

• Realizar actividades relajantes antes de dormir (música relajante, ruido blanco, bañarse, etc.)
• Establecer una rutina de sueño: mantener un horario regular y con duración apropiada en función de la edad del niño. Durante los primeros 5 años de vida, el niño suele necesitar dormir durante el día, realizando pequeñas siestas.
• Reducir los ruidos y apagar las luces a la hora de dormir y durante el sueño.
• Ir al baño antes de acostarse.
• Minimizar el estrés o la ansiedad: leerle un cuento antes de dormir, bañarse, etc.
• Despertar de forma programada: si el médico lo recomienda, se puede despertar al niño un poco antes de su hora habitual de levantarse dormido, en caso de que tenga una regularidad, para evitarlo.

El sonambulismo normalmente disminuye a medida que los niños crecen y aunque generalmente no es un trastorno grave, puede ser el desencadenante de otros problemas como lesiones o realizar actividades peligrosas durante el periodo en el que están sonámbulos. Por lo que, si consideras que tiene otros síntomas, el sonambulismo es muy frecuente o realiza actividades peligrosas, puedes consultarlo con tu médico.

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Referencias:

¹ Verdadero o Falso: Nunca Despierte a un Sonámbulo. WNYUrology. Consultado en julio, 2022.

² Sonambulismo. Mayo Clinic. Julio, 2021.

³ Sonambulismo. KidsHealth. Agosto, 2018.

⁴ Sonambulismo. Medline Plus. Abril, 2021.