Infecciones por hongos: ¿por qué ocurren?

Publicado:

14/04/2023 •

Salud Práctica

Naturaleza

Infecciones por hongos: ¿por qué ocurren? – Adeslas Salud y Bienestar

En este post vamos a explicar qué son las infecciones por hongos, qué tipos existen, cómo se trasmiten y qué hacer en caso de tener una.

Existen más de 100.000 especies de hongos¹, pero solo un escaso número tienen la capacidad de causar infecciones, y cualquier persona puede experimentar una infección fúngica.

Los hongos son organismos con los que convivimos a diario sin que nos afecten, pero el riesgo de contraer una infección por esta causa aumenta cuando el sistema inmunitario está debilitado. Es el caso de las personas que padecen enfermedades como un cáncer que requiere quimioterapia, que toman antibióticos, que toman medicación inmunosupresora porque les han trasplantado un órgano, o aquellas a las que se ha implantado un dispositivo médico como una prótesis o una válvula cardiaca, que son más propensas a infectarse por hongos^2,3,4.

La evolución de este tipo de infección, por lo general, es lenta y a menudo carece de gravedad, aunque algunas son graves o pueden complicarse en personas inmunodeprimidas⁴.

Cómo se producen las infecciones por hongos⁴

Los hongos se reproducen mediante esporas microscópicas que se diseminan por el aire o se depositan en las superficies, por lo que pueden transmitirse por inhalación o por contacto directo con la piel, aunque el contagio entre personas no es habitual.

La infección puede ser:

Localizada: se localiza en la piel, las uñas, la boca o la vagina, y suele aparecer cuando el equilibrio de los hongos resulta alterado, por ejemplo, por el uso de antibióticos. Puede afectar tanto a personas sanas como a aquellas que tienen el sistema inmunitario debilitado.
Sistémica: afecta a diversos órganos como los pulmones, los ojos, el hígado, el cerebro o la piel, y aparece, sobre todo, en personas inmunodeprimidas, por lo que también recibe el nombre de infección oportunista.

Dónde se producen las infecciones

Las infecciones fúngicas aparecen principalmente en la piel, especialmente en los pliegues, y en el sistema respiratorio, debido a que estas son las dos principales vías por las que los hongos se introducen en el organismo⁴.

Infecciones cutáneas: a menudo están causadas por hongos que habitan en la capa más externa de la piel y que normalmente no penetran en capas más profundas⁵.

Candidiasis: es una infección producida por una levadura que reside en zonas húmedas y membranas mucosas como la piel, la boca, el tubo digestivo o la vagina. Causa erupciones, hinchazón, picazón y descamación, y suele desaparecer con la aplicación de un antifúngico tópico en la zona afectada⁶.
Pitiriasis versicolor: es una infección provocada por una levadura que se manifiesta en forma de placas escamosas en la piel que tienden a crecer y confluir y que no se broncean, por lo que la infección es más evidente en los meses de verano. Es una infección recurrente que suele afectar a personas jóvenes sanas, algunas con predisposición genética, aunque el calor, la humedad o un sistema inmunitario debilitado también contribuyen a su aparición⁷.
Dermatofitosis o tiña: esta infección causa erupción, descamación y picor, pudiendo afectar a cualquier área de la piel, aunque frecuentemente se observa entre los dedos de los pies (pie de atleta), las uñas (onicomicosis), la zona de la barba, las ingles o el cuero cabelludo, y suele desaparecer con la aplicación de un tratamiento antimicótico en la zona afectada⁸.

Infecciones pulmonares: se producen por inhalación del hongo y afectan principalmente a personas con el sistema inmunitario debilitado¹.

Aspergilosis: es una infección causada por un hongo que, en general, es inofensivo, pero que en algunas personas puede desencadenar reacciones alérgicas o causar una infección pulmonar que en ocasiones es grave, especialmente en personas con el sistema inmunitario débil, enfermedades pulmonares subyacentes o asma⁹.
Mucormicosis: es una infección grave que puede estar causada por diversas especies de hongo. Puede afectar a la nariz, los pulmones, los ojos, el cerebro y la piel, provocando dolor, tos y fiebre, además de la posibilidad de destruir estructuras faciales. También aumenta la posibilidad de sufrir trombosis, infartos o abscesos pulmonares^1,4.

Tratamiento de las infecciones por hongos⁴

Las infecciones por hongos pueden ser difíciles de eliminar, y es necesario tratarlas con fármacos antifúngicos específicos que pueden ser:

Tópicos: se aplican directamente sobre la piel, la vagina o el interior de la cavidad bucal.
Orales o inyectables: para infecciones más graves que requieren un tratamiento más potente y prolongado.

Prevención de hongos en el hogar¹⁰

Como ya se ha comentado, los hongos se encuentran tanto en las superficies como en el aire, y aunque los del exterior no los podemos controlar, sí que podemos controlarlos dentro del hogar. Se reproducen en espacios húmedos, oscuros y en lugares en los que se acumulan restos y materiales orgánicos, por eso, para evitarlos, es importante:

Limpiar y aspirar regularmente tu hogar: especialmente las cortinas, alfombras y tapicerías.
Controlar la humedad: utiliza deshumidificadores, limpia correctamente los desagües y el baño, evita las fugas de agua y seca la ropa y los zapatos por completo antes de guardarlos.
Ventilar la casa: abre las ventanas a menudo para que el aire circule y evita permanecer mucho tiempo en sótanos, trasteros y lugares húmedos.
Mantener el jardín en buen estado: las esporas suelen encontrarse en el exterior, recoge las hojas y ramas caídas, procura que el nivel de humedad del jardín no sea excesivo y evita la vegetación tupida.

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