Ronquidos: causas y soluciones para un sueño tranquilo

En este post vamos a hablar de los ronquidos, por qué se producen, qué factores contribuyen a su aparición, y daremos algunas recomendaciones para mejorarlos.

El problema de los ronquidos afecta a un alto porcentaje de la población, siendo más frecuente en hombres mayores de 40 años que en los jóvenes y las mujeres, y su prevalencia aumenta a medida de que se envejece. Más allá del molesto ruido que causan, los ronquidos constituyen un doble problema, por las implicaciones que supone para la pareja o la persona que duerme en la misma habitación y porque roncar se asocia a diversas enfermedades, entre otras, la hipertensión, las enfermedades coronarias, es decir, el estrechamiento de las arterias que suministran la sangre al corazón, los accidentes cerebrovasculares, la hipersomnia diurna o facilidad excesiva para quedarse dormido durante el día, además de mermar la calidad de vida de la persona afectada^1,2.

¿Qué son los ronquidos y cómo se producen?^1-3

El ronquido es un sonido ronco, fuerte y repetitivo que se producen en la nariz y la garganta mientras se duerme, sobre todo durante las fases de sueño profundo.

Se debe a la relajación de los músculos del paladar blando (posterior), la lengua y la garganta que, al ceder, bloquean parcialmente las vías respiratorias lo que causa una vibración al respirar. Estos sonidos aparecen principalmente durante la inspiración, pero también pueden acompañar la espiración.

Cuanto más se estrechan las vías respiratorias altas, más fuerza genera el flujo de aire al pasar por un conducto más estrecho, lo que aumenta la tendencia al aleteo, dando lugar a un ronquido más ruidoso.

Según su frecuencia, la posición del cuerpo o las molestias que causan a otras personas, los ronquidos se califican de leves, a moderados o graves.

Podemos distinguir, dos tipos de ronquidos. Pueden ser:

• Simples o primarios: son continuos y de una amplitud similar, y no causan síntomas diurnos, como somnolencia porque no afectan al flujo de aire que entra en los pulmones ni a la cantidad de oxígenos en sangre.
• Intermitentes o cíclicos: son ronquidos de intensidad variable con intervalos de silencio, y pueden estar relacionados con la apnea del sueño, dando paso a un sueño que no es reparador llegando incluso al insomnio y somnolencia diurna.

Causas comunes de los ronquidos

Diversos factores pueden afectar a las vías respiratorias y ser desencadenantes de los ronquidos^2,3:

• La anatomía de la boca: la forma del paladar, los tejidos adicionales que se forman en la parte posterior de la garganta en personas con sobrepeso o una campanilla (úvula) demasiado alargada, pueden provocar una obstrucción del flujo de aire y un aumento de la vibración.
• El alcohol: el consumo de alcohol relaja los músculos de la garganta y contribuye a la obstrucción de las vías aéreas.
• Alteraciones anatómicas o funcionales de la nariz: el tabique desviado, la congestión nasal crónica u otros problemas nasales pueden contribuir a la aparición de ronquidos.
• Falta de sueño: no dormir lo suficiente puede causar una mayor relajación de la garganta.
• Posición al dormir: dormir boca arriba provoca un mayor estrechamiento de las vías aéreas altas, debido al efecto de la gravedad sobre la garganta, por lo que los ronquidos serán más fuertes y frecuentes.
• La obesidad: las personas con un índice de masa corporal alto o con mayor diámetro del cuello tienden a roncar con mayor frecuencia.

Otras veces los ronquidos están relacionados con una patología que se debe diagnosticar y tratar adecuadamente, la apnea obstructiva del sueño (AOS). Esta afección se caracteriza por fuertes ronquidos seguidos de períodos de silencio en los que la respiración se detiene o casi se detiene. En las personas con apnea obstructiva del sueño, los ronquidos suelen ir acompañados de algunos de los siguientes síntomas³:

• Pausas de respiración mientras duermen.
• Somnolencia durante el día.
• Falta de concentración.
• Dolor de cabeza por las mañanas.
• Dolor de garganta al despertar.
• Sueño inquieto y no reparador.
• Jadeo o ahogo nocturno.
• Hipertensión arterial.
• Dolor en el pecho por la noche.
• Ronquidos muy fuertes.
• En los niños: dificultades de concentración, problemas de comportamiento y/o bajo rendimiento escolar.

Tratamientos y soluciones para los ronquidos^1,4

El objetivo del tratamiento de los ronquidos es reducir los factores de riesgo, mejorar la apertura de las vías aéreas y fortalecer los tejidos de la garganta, pero el tratamiento difiere según el tipo de ronquidos que experimente la persona afectada:

• Para los ronquidos primarios: aunque no siempre son eficaces, las siguientes medidas pueden ayudar a reducir los ronquidos:
  • Dormir con la cabeza elevada.
  • Acostarse de lado.
  • Adelgazar, si se padece sobrepeso u obesidad.
  • No consumir alcohol ni fármacos somníferos antes de acostarse.
  • Utilizar descongestivos nasales.
• Para los ronquidos intermitentes o cíclicos: en caso de sospecha de apnea obstructiva del sueño, es necesario acudir al médico para determinar si existe este problema mediante algunas pruebas como una exploración otorrinolaringológica o un estudio del sueño (polisomnografía). Si la afección se confirma, puede que sea necesario: 
  • Dormir con una máscara de oxígeno (dispositivo de presión continua positiva en la vía aérea superior, CPAP).
  • Una intervención quirúrgica, si se detecta que se debe a un problema obstructivo de nariz o de garganta susceptible de ser corregido.

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Referencias:

¹Ronquidos. Manual MSD. Mayo, 2022.

²El ronquido: prevalencia, fisiopatología y tratamiento. Neumomadrid. Consultado en mayo, 2023. 

³Ronquido. Síntomas y causas. Mayo Clinic. Febrero, 2018.

⁴¿Alguien le ha dicho que ronca? SEMFYC. Consultado en mayo, 2023.