La obstrucción del canal lagrimal en recién nacidos

En este episodio de Sin Cita Previa, abordamos un tema que afecta aproximadamente al 20% de los recién nacidos: la obstrucción del canal lagrimal. Este tema suele generar muchas dudas y ansiedad entre los padres, por eso es fundamental comprender qué es, cómo se detecta y qué pautas debemos de seguir.

¿Qué es la obstrucción del canal lagrimal?

La obstrucción del canal lagrimal ocurre cuando la estructura que drena las lágrimas se encuentra bloqueada. Este problema es bastante común en recién nacidos y a menudo se manifiesta a través de la epífora que es como se denomina a la presencia de un lagrimeo constante en el bebé, además pueden aparecer legañas que, aunque producen preocupación en los padres, no implican la presencia de infección en la mayoría de los casos.

La película lagrimal es la que recubre la parte externa del ojo y protege tanto la córnea como la conjuntiva de la agresión de agentes externos. También es la encargada de humedecer el ojo, una función clave para nuestra salud visual. Además tiene funciones de hidratación y lubricación de la zona para que se produzca un correcto parpadeo. Otra función importante es la de nutrir y oxigenar la córnea, ya que esta no dispone de vasos sanguíneos que cumplan esta función.  Asimismo permite que la superficie de la córnea sea lisa y sin acumulación de lágrima de forma irregular, lo que es necesario para una correcta visión.

Las lágrimas presentan propiedades desinfectantes, por lo cual elimina los agentes infecciosos (virus y bacterias) en condiciones normales.

Las lágrimas se producen en las glándulas lagrimales y se almacenan en los sacos lacrimales que se encuentran entre el ojo y la nariz y se conectan con el ojo por medio de los canales lacrimales.

Las lágrimas están compuestas por agua con una pequeña cantidad de electrolitos, proteínas, enzimas, lípidos y metabolitos. La producción diaria puede variar entre 0,2 a 0,5 mililitros/día, dependiendo de la edad.

En la obstrucción del canal lacrimal, el drenaje de las lágrimas desde el saco lagrimal al ojo no se realiza correctamente, lo cual provoca que las lágrimas se desborden y aparezcan de forma continua en el ojo. En términos sanitarios, esto se conoce como epífora. Además, el bloqueo del canal lacrimal puede causar una acumulación de secreciones y dar lugar a la formación de legañas.

Manejo y tratamiento de la obstrucción del canal lagrimal

• Observación inicial: en muchos casos, la obstrucción del canal lagrimal se resuelve espontáneamente durante el primer año de vida del niño. Los pediatras a menudo recomiendan una actitud de observación y expectante durante los primeros meses.
• Limpieza regular: es aconsejable mantener el área limpia para evitar infecciones secundarias. Lavar el área del ojo suavemente con suero fisiológico puede ayudar a remover las legañas y mantener la higiene.
• Masaje del saco lagrimal: a veces se recomienda realizar un masaje suave en la zona del saco lagrimal para facilitar la apertura del paso obstruido. Este masaje puede ayudar a resolver la obstrucción de manera natural.
• Consulta médica: si los síntomas persisten más allá del primer año o se presentan complicaciones como infecciones recurrentes, puede ser necesario consultar a un oftalmólogo pediátrico. En algunos casos, puede indicarse el sondaje del canal lagrimal, que habitualmente soluciona directamente la obstrucción.

Es importante aprender a distinguir los síntomas que diferencian la conjuntivitis de una obstrucción del canal lagrimal para saber cómo tratarla.

Te invitamos a escuchar el episodio completo en nuestro pódcast Sin Cita Previa para conocer todos los detalles sobre la salud ocular de los más peques. ¡No te lo pierdas!

Referencias:

¹La obstrucción del canal lagrimal en recién nacidos, de Sin Cita Previa con Dos pediatras en casa. Septiembre, 2024.