Caries: qué es y cómo prevenirla

En este post vamos a hablar sobre la caries, por qué se produce, qué factores contribuyen a su desarrollo y cómo podemos prevenirla y tratarla.

La caries dental es un problema de salud muy extendido en todo el mundo, y es que cualquier persona es susceptible de padecerla, incluidos los bebés (caries del biberón), aunque es más común en niños, jóvenes o adultos mayores. Por eso, es necesario prevenirla y evitar que se propague o afecte a las capas más profundas del diente y provoque dolor, infección o incluso la pérdida de la pieza dental¹.

¿Qué es la caries dental?

La caries es un daño en el esmalte del diente, que con el tiempo se convierte en un orificio permanente. Está causada por los ácidos que producen las bacterias viven en la boca. Estas bacterias, utilizan los restos de comida que quedan en la boca para formar una sustancia ácida y de textura pegajosa, la placa bacteriana, a partir de los azúcares y almidones de los alimentos. El contacto de la placa bacteriana con el diente corroe los minerales del esmalte dentario, causando la caries^1,2.

El desarrollo de la caries es progresivo y no afecta a todos los dientes, sino a las piezas más propensas, es decir, los dientes con grietas o hendiduras que facilitan que la placa bacteriana se deposite y permanezca sobre la superficie dental. La caries también se da con más frecuencia en aquellas dentaduras que presentan un déficit de flúor (un protector del esmalte). Una vez que la placa ha penetrado en la segunda capa del diente, la dentina, la caries se extiende con mayor rapidez y avanza hacia la pulpa dental, la zona más profunda del diente y que contiene los vasos sanguíneos y nervios. Aunque la caries tiene una evolución lenta –su primera fase dura entre 2 y 3 años– la mala higiene bucal favorece la acumulación de placa y acelera el proceso de la caries³. 

Según su profundidad, las caries se clasifican en³:

• Caries de superficies lisas: es evitable y reversible. Se inicia con un punto blanco en el diente que es producto de la disolución del calcio del esmalte por parte de las bacterias y se desarrolla lentamente. Suelen aparecer en personas de 20 a 30 años.
• Caries de fosas y fisuras: se forma en zonas estrechas de la superficie de masticación o en los laterales de los dientes posteriores, debido a la dificultad de que el cepillo dental llegue y limpie estas zonas. Su progresión es rápida y es más común durante la adolescencia.
• Caries de la raíz del diente: es la más difícil de tratar y evitar. Afecta a la superficie que recubre la raíz del diente cuando esta queda expuesta debido a un retroceso de la encía. Este tipo de caries se debe, principalmente, a que esta parte del diente es poco accesible para su limpieza, a una disminución del flujo de saliva, un consumo excesivo de azúcar o una combinación de estos factores. Este tipo de caries se observa más frecuentemente en adultos mayores.

Síntomas de la caries

En las primeras fases, la caries no causa síntomas, pero estos aparecen a medida que el daño se extiende, pudiendo generar^1,2,4:

• Absceso o acumulación de pus originada por una infección de tipo bacteriano. Incluso puede aparecer inflamación de la zona donde se asienta (cara, mejillas, cuello...) y/o fiebre.
• Variaciones de la coloración de algunas zonas del diente o bien de color blanco o bien de color marrón.
• Aparición de una oquedad en la superficie del diente.
• Fractura del diente por debilidad en la zona de la caries.
• Molestia e incluso dolor al masticar y al ingerir alimentos o bebidas calientes o frías.
• Dolor en la zona donde se ubica la caries, más o menos intenso, constante y palpitante en algunas ocasiones (absceso).

Factores que contribuyen al desarrollo de las caries

Aunque puede afectar a cualquier persona, algunos factores pueden aumentar el riesgo de caries^1,2:

• Tipo de diente: los molares y premolares, es decir las muelas, tienen más surcos y grietas, por lo que acumulan más restos de alimentos y son más complicados de limpiar.
• Bebidas y alimentos azucarados: alimentos pegajosos como la miel o los caramelos, y las bebidas gaseosas o las galletas contienen una gran proporción de azúcar, son alimentos que tienen mayor probabilidad de provocar caries.
• Picar entre horas: comer o beber con frecuencia aporta más alimento a las bacterias bucales, que pueden seguir generando placa bacteriana que ataca al esmalte dental.
• Biberones: si damos un biberón a un bebé antes de dormir, el azúcar de la leche permanecerá en la boca durante varias horas alimentando a las bacterias.
• Mala higiene bucal: no lavarse los dientes después de comer favorece la formación de placa bacteriana y el desarrollo de la caries.
• Déficit de flúor: el flúor ayuda a proteger el diente, y previene o revierte las caries en sus primeras fases. Podemos encontrar dentífricos y enjuagues bucales enriquecidos en flúor.
• Edad: los niños, adolescentes y adultos mayores son más propensos a tener caries. Estos últimos, son más proclives a la caries debido al mayor desgaste de los dientes y la retracción de las encías, que hace que las raíces queden más expuestas.
• Sequedad bucal: la saliva ayuda a eliminar los restos de alimentos y la placa bacteriana, además de a contrarrestar el ácido, por lo que la sequedad de boca causada por algunos medicamentos o ciertas enfermedades puede aumentar el riesgo de caries.
• Aparatos dentales o empastes desgastados: los empastes en mal estado o ciertos dispositivos dentales pueden facilitar la acumulación de placa y la aparición de una caries debajo de ellos.
• Reflujo gastroesofágico: el reflujo ácido que se asocia al ardor de estómago puede desgastar el esmalte dental y exponer la dentina al ataque de las bacterias bucales.
• Trastornos de la conducta alimentaria: los TCA pueden interferir en la producción de saliva; además, en la bulimia, el ácido de los vómitos favorece la erosión de los dientes y el desarrollo de caries.
• Tabaco: el humo del tabaco hace que se reduzca la producción de saliva, lo que favorece que se genere más placa bacteriana. Lo mismo ocurre con el humo que producen los vapeadores.

Cómo prevenir la caries

La formación de caries es un proceso lento que en muchas ocasiones se puede revertir. Para ello es importante^1,2,4:

• Utilizar flúor: utilizar una pasta dental o enjuague bucal con flúor con regularidad.
• Limpieza: Cepillarse los dientes después de cada comida y utilizar hilo dental.
• Limitar el consumo de comidas y bebidas azucaradas, y reducir el consumo de snacks entre horas.
• No fumar ni utilizar vapeadores.
• Plantearse el uso de selladores dentales, que son unas sustancias protectoras de plástico que se colocan en las muelas para sellar surcos y grietas.
• Acudir a las revisiones periódicas del odontólogo.
• Consultar la posibilidad de un tratamiento adecuado si, debido a una enfermedad, eres propenso a padecer caries.

Tratamiento de la caries dental

Para tratar la caries, el odontólogo elimina el tejido desgastado y posteriormente lo rellena con un material de empaste. Dependiendo del tipo de caries, también pueden ser necesarios otros tratamientos como^2,4:

• Tratamiento con flúor: las caries tempranas pueden repararse por sí mismas mediante un tratamiento con flúor.
• Tratamiento de conducto: si el daño o la infección se ha extendido por el interior del diente, y la caries es profunda y ha llegado a la pulpa, puede ser necesario practicar una endodoncia. Con esta técnica se extirpa la pulpa (con los vasos sanguíneos y nervios correspondientes) y se limpia el interior del diente para posteriormente rellenarlo con un material adecuado.
• Extracción: en caso de que la caries sea extensa y severa, es posible que el daño no pueda repararse y el odontólogo deba extraer el diente.

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Referencias:

¹Caries dentales. Síntomas y causas. Mayo Clinic. Marzo, 2022.

²Caries. Medline Plus. Diciembre, 2020.

³Caries. Manual MSD. Febrero, 2023.

⁴La caries dental. NIH. Abril, 2019.